Mostrando entradas con la etiqueta publicidad. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta publicidad. Mostrar todas las entradas

sábado, 23 de agosto de 2025

Helados que ya no existen (VII)


Mortadelo, 1976. Nifty. Fantasma de vainilla con ojos y boca de chocolate. Bueno. Si el heladero no se lo curró, tampoco ibas a contratar a Miguel Ángel para el anuncio.

Eso sí: puede parecer cutre, pero un dibujante cobró, una empresa pagó (que pa eso hace helados), y en el proceso no se secó ningún lago. Cutrez 1 - IA 0, gepettos.  

lunes, 4 de agosto de 2025

Soy un autor de MASILLA

Durante años en este blog he hablado de los autores de relleno como si fueran la casta más baja de las revistas de cómics, los artistas cuyas series contribuían a hinchar la paginación del Mortadelo o Zipi y Zape semanal. Y esa es una mala costumbre por mi parte. Porque así sólo contribuyo a invisibilizar a otros autores aún más marginados: los de los chistes sueltos, sin serie ni regularidad, ni cabecera, ni crédito a veces, metidos al buen tuntún allí donde cabían. Los mismos chistes que hoy decoran los márgenes de este rincón mío de bloguismo dosmilero. Chistes como estos:

Es bastante frecuente, en cualquier revista de cómics de Bruguera/B, al menos una página de chistes de una sola viñeta. Los americanos los llaman gag cartoons, o one-liners, porque suelen incluir el diálogo en una sola línea colocada a modo de pie de foto, sin bocadillos. Esta regla es tan estricta que a veces, en un chiste mudo, los editores añaden la línea que dice textualmente "Sin palabras", o se las apañan para introducir una descripción innecesaria del dibujo, pero no he visto a nadie fuera de Bruguera/B ser tan ortodoxo. El formato, de hecho, es popularísimo. Es el preferido por revistas como The New Yorker o Playboy. Es el formato en que brilló, por ejemplo, Charles Addams, padre de la familia homónima. Ed Steen es uno de mis favoritos de la generación actual. En España, Mingote me parece un referente del género.

Conti en un Mortadelo de 1984.
José Royo en un Mortadelo Extra de 1991.

En mis primeros tebeos (ca. 1985), el autor de los chistes sueltos a menudo es Conti (Carlos Conti Alcántara, Barcelona 1916–1975), un pilar de la escuela Bruguera. Expresivo, accesible e inmune a la censura franquista ("El humorista debería ser apolítico", dijo en una entrevista [J.M. Vilabella: Los humoristas, Amaika, 1975]), su vasta obra incluye muchísimos de esos chistes inocuos que Bruguera reimprimiría durante años —siempre, eso sí, con la debida acreditación. En la época de B, el mismo rol recaía, hablando así de memoria, en Pañella (Vicenç Pañella, Barcelona 1936 – Vilafranca del Penedès 2020) y en José Royo (Barcelona 1922 – Castelldefels 2012). 

En tebeos más viejos que yo, sin embargo, la cosa cambia. En los años setenta la revista Mortadelo incluía bastantes más páginas-contenedor con one-liners como los del principio de este post. Y mientras que hay algún producto de kilómetro cero (a veces se reconoce por las narices puntiagudas un Ibáñez de dos décadas antes), la mayoría es material extranjero. No hay crédito más allá de la firma, cuando esta aparece y si es legible. La traducción, imagino, se hacía en la casa. Son one-liners: no hay que saber mucho francés o inglés o neerlandés para intuir el chiste.

Tan claro es que esas páginas se componían en la redacción, que a menudo había que complementarlas con chistes en formato texto. Esto de abajo es el aspecto típico de la página 3 en un Mortadelo de los primeros años.

Página 3 de un Mortadelo de 1971. Alrededor de tres one-liners (dos de ellos sin firma), los créditos (arriba a la izquierda), y unos cuantos chistes de casete de gasolinera, todos anónimos. Tres de ellos, además, escenificados en dibujo, también sin firmar (pero ya os digo yo que es Gosset, el de "Hug el Troglodita").

¿Y de dónde salían esos one-liners? Pues miren, no tengo el gusto de conocer a nadie que trabajase en una redacción de Bruguera en los setenta, pero me encanta imaginarlo, así que voy a tirarme a la piscina. La cosa es que en el mundo pre-internet, la prensa tiraba mucho de recurso gráfico contratado por agencia. Igual que hoy día una revista se suscribe a un banco de imágenes online para utilizar sus fotos y ahorrarse el fotógrafo, o pide permiso a Universal Press Syndicate para que le dejen poner la tira de Snoopy, en los setenta a.C. (antes del Chrome), las agencias mandaban representantes a tu redacción, que llegaban con una carpeta como un vendedor puerta a puerta y te enseñaban su mercadería. No sólo imágenes, sino muchos contenidos atemporales: pasatiempos, horóscopos... y supongo que también one-liners. Esa es una posible explicación para que el trabajo de muchos dibujantes americanos y europeos acabara, agencia mediante, en las páginas de Mortadelo.

Otra explicación es que lo recortasen de revistas extranjeras, lo tradujesen y publicasen por la puta cara. No digo que lo hicieran, ojo. Digo que es otra explicación.

Página 3 del núm. 4 (1970). Seis one-liners, dos sin firmar (¿diría que el de abajo es Conti?), uno de Marianico el Corto... y un par de ítemes de actualidad, que no todo ha de ser jijí-jajá. Por ejemplo, esa noticia sobre esos "rascacielos gigantes" que están construyendo en Nueva York, y que estamos deseando ver acabados. Un momento, me comunican por el pinganillo que... ¿Cómo? ¿Qué me dice? ¿Un avión? Hostia puta. Bueno, pues menos mal que construyeron dos, ¿no? Ja, ja. 

Que esas páginas contenedor casi desaparezcan en la etapa de Ediciones B (1986 en adelante) podría significar que eran una mala práctica de Bruguera que se quería dejar atrás. Pero lo dudo. Primero, porque no veo a nadie de B diciendo "esto es una mala práctica y deberíamos dejarlo atrás". Segundo, porque otra cosa que va en declive a partir de la etapa B es la publicidad.

Página contenedor típica construida en torno a dos anuncios, uno de otra revista de la casa, y otro del Instituto Americano, por si ahora, cuando termines de leer Anacleto, te da por ir a aprender aeromecánica. Que serías un perfil de persona que me fascina, pero se ve que en los setenta en España era normal. 

Y es que el director de publicidad, en una revista, tiene mucho que decir sobre la escaleta semanal. Busca anunciantes, les vende el espacio, y luego llega a la reunión y canta el menú: "Hoy tengo un cuarto de página del Sanson Institute, media vertical de CEAC, cuarto bicolor de Tigretón, dos y cuarto de libros y promociones, y contra de las muñecas de Famosa". Total: cuatro páginas y cuarto de publi. En un Mortadelo de 32 páginas, menos 24 de series fijas y una portada, eso querría decir que esa semana quedan dos y tres cuartos por rellenar. En bloques desperdigados por toda la revista. Algunos a color, otros en bicolor o en b/n. 

¿Cómo llenas eso? No puedes encargar otra serie a un colaborador habitual, porque no tendrá regularidad: otra semana igual entra más publicidad y se pierde ese espacio. La solución son los one-liners. Pequeños, monocromos y fáciles de maquetar. Perfectos para tapar huecos. La masilla de la revista.

Ojo: "masilla", como "relleno", no es una ninguna marca de deshonor. Es trabajo que aún hoy se hace en la redacción de cualquier medio impreso. Masilla eran los célebres "Diálogos para besugos" de Armando Matías Guiu. Masilla son series importadas como "Cuervo Loco" ("The Crows"), de Reg Parlett (Londres, 1904–1991), una tira que aparece en Mortadelo con regularidad, pero con las viñetas reposicionadas como haga falta. (Que no haya deshonor en la factura no significa que haya respeto por parte del editor.) En el argot periodístico de Estados Unidos existe el concepto bus plunge, referido a las noticias de accidentes de bus que salían en los diarios, no porque fueran importantes, sino porque se podían resumir muy sucintamente y te llenaban un agujero en la maquetación. Lo mismo pasa hoy en El Jueves: siempre hay algún faldón o una columnita de dibujos rápidos hechos a última hora por tu encofrador de confianza.

¿Ves? Doblando un poco la tira de Cuervo Loco, que el autor es extranjero y no se queja, te entra aquí el anuncio del estiraenanos, y este bujero te lo tapo con dos guanláiners que me he encontrao en el fondo de un cajón. Maquetación profesioná. Enga, vamos a hacer el tercer desayuno.

Sabe dios que en este blog nos encanta rescatar nombres enterrados con nuestras colecciones de tebeos viejos, pero reconocer a todos los autores de masilla en Bruguera y B sería tarea de una magnitud que supera mi entusiasmo. Estas, sin embargo, son algunas de las firmas que he sabido leer e identificar. Son una fracción de todos los publicados.

martes, 3 de junio de 2025

El pijama se está perdiendo

Lo de las camisetas debió de salir muy bien (preguntad a vuestros abuelos el hartón de camisetas de Mortadelo que se veían por las boites más yeyés), así que el siguiente paso era evidente:

Las comillas en el texto de Anacleto me producen gran confusión. ¿Sales en "ellos", Anacleto? ¿En "ellos"? ¿Hay alguna lectura entre líneas aquí que se me escapa, Anacleto?

Voy a aventurar que, si se hubiera estampado un solo pijama de Mortadelo, ni que fuera de prueba, lo habrían fotografiado para esta promoción. Posiblemente con una persona dentro. De lo que deduzco que estos pijamas, sencillamente, no existieron. Jamás. 

Lo cual es... ¿positivo? No estoy seguro. Porque yo no me pondría un pijama de esos ni a punta de pistola, pero a mi edad (44 años) uno ya ha descubierto que hay en el mundo unas pocas personas, poquísimas, escogidas, que son bellas infaliblemente, en cualquier tesitura y en cualquier atuendo, hasta el punto en que las imaginas en los artículos de vestuario más atroces posibles sólo por poner su don a prueba y confirmar que su sensualidad seguiría ilesa, inmitigada. Y esa permanencia, esa esquirla de verdad absoluta, te consuela y te ayuda a sobrevivir el lodazal de incertidumbre que es la vida.

Todo esto es para decir que cuando he encontrado esta página en un tebeo de 1972, INMEDIATAMENTE he pensado en Kristen Stewart en un pijama de invierno de Zipi y Zape. Y en que seguiría siendo maravillosa.

(Y sí, acabo de hacer una secuela a un post de 2013. Porque me apetecía hablar de Kristen Stewart. Mira, dejadme en paz. ¿Os digo yo cómo hacer vuestros blogs?) 

domingo, 1 de junio de 2025

Helados que ya no existen (VI)

¿Recuerdas el Pachá de Camy? ¿Sí? Pues espérese que le aumente el tamaño de letra, abuelo, porque el helado es de 1976. Creo que se acababa de inventar el palo.

Yo no lo recuerdo, pero el anuncio es de Jan. Y Jan dice que estaba bueno. ¿Qué más pruebas necesitamos?

(En anteriores entregas de "Helados que ya no existen":  I II III IV V)

miércoles, 31 de julio de 2024

Publicidad

Mortadelo, 1978.

¿No estáis en París 2024? Porque no comisteis bastantes tabletas de chocolate A BOCAOS.

lunes, 10 de junio de 2024

Helados que ya no existen (V)


Otro verano, otra sección que se resiste a morir.

Qué tiempos, cuando Barcelona se volcó en la preparación de aquellos juegos olímpicos como sólo un alcalde socialista se vuelca en lamerle la suela de las chanclas a un puto guiri. Derruimos barrios enteros, ondeábamos la bandera olímpica y extinguíamos a lametones iconos de la mascota oficial. Ahora, en cuatro años, la ciudad que hoy me acoge volverá a albergar una olimpiada, y noto que a la gente a mi alrededor no le podría sudar más el rabo. Hay tantas probabilidades de que Los Angeles se ponga guapa para los juegos de 2028 como de que yo saque café y un surtido Cuétara para el que me hace la lectura del gas. 

(Actualizado 28/07/24: El colega y protagonista de la emotiva historia inspiracional "De Rellenador a Editor: a Thursday Story", Guille Martínez-Vela, especula que el anuncio de arriba podría ser obra de Daniel Torres (Teresa de Cofrentes, Va., 1958). Hasta que alguien con más ímpetu lo contradiga, yo digo sí.

Y hablando de Guille, ¿ya sabéis que acaba de sacar unos cómics majísimos? ¿Y que está maquinando sacar más? ¡Pues id a verlo! ¡Que no vais a estar releyendo ectógrafos toda la vida!

lunes, 22 de abril de 2024

Publicidad

Mortadelo, 1991. Flagrante indoctrinación por parte de Sugus, metiéndoles a los niños el arcoíris por el gaznate. La pérfida agenda LGBT, la dictadura de lo woke, sálvanos Jotaká Rowling.

Bromas aparte, mucho se ha hablado de la extraña asociación piña-azul, pero yo, aunque este anuncio me lo desmienta, recuerdo que hubo también un sugus lila. Sabor frambuesa, me parece. ¿Puede alguien confirmármelo? ¿Soy víctima del efecto Mandela?

La última vez que entré en una tienda de chuches, sólo había Sugus de cuatro tipos; los verdes ya no existían. Prueba irrefutable de que estuvimos mejor. El subidón preolímpico, quizá. En cualquier caso, en mi cabeza los Sugus siempre han sido siete, ni más ni menos, y este mapa de colores y sabores es canónico e irrenunciable. Gay rights, trans rights, y siete colores de Sugus. Cualquier otra cosa es fascismo.

viernes, 4 de agosto de 2023

Publicidad


A mí en serio me cuesta entender que al target de la misma revista (Mortadelo, 1974) al que se dirigían anuncios de cromos con el mensaje "pídelos a tu mamá" se le urgiera también a matricularse en el Instituto Americano, en plan "venga, niño, que lo tuyo por lo mío tienes ya doce años y aún no eres mecánico de helicópteros". No sé. Uno de los dos anuncios me pillaría un poco de sopetón mientras estoy leyendo "La Abuelita Paz".

Pero bueno, también es verdad que trabajo en una revista que la última vez que contuvo anuncios eran de politonos del "Bring Me to Life" de Evanescence para tu Nokia 3310, así que qué sabré yo de márketing.

Ah, ¿que hace siete años que no actualizaba este blog? Pues fíjate.




jueves, 28 de noviembre de 2013

Gane más dinero dibujando

Creo recordar que alguien en El Jueves mencionó o parodió este anuncio recientemente. Aun así, me ha sorprendido encontrar el original. Es de 1972.


Naturalmente, necesitarás material:

1973.

1985.

Y por cierto, aprovecho esta plataforma para decir de una vez lo que pensé durante toda mi vida escolar: sus gomas de borrar, señor Pelikan, eran una mierda. Ya la mitad blanca era tan dura que lo menos malo que podía ocurrir era que ensuciaras el papel sin rajarlo entero, pero es que la mitad negra, de una dureza de 11 en la escala Rockwell y áspera como un Fleshlight de Scotch-Brite, ¿para qué coño servía? ¿Para borrar tinta? ¿Lijar madera? ¿Cortar diamante?

¿Y para qué quiere nadie un semicírculo, joder?


*


Ay, otra cosa (¿veis?, ya estoy de buen humor otra vez): mañana viernes, los atesoradores de cómics de BCN y alrededores tenemos una cita social. Ya sabéis, de las de ducharos antes y poneros vuestra mejor camiseta con referente pop rebuscado. Y el motivo es la presentación de Whakoom, el sitio de los tebeólogos. De hecho, Whakoom lo han desarrollado amiguetes míos y es el culpable de que yo exhumara mis revistas y lanzase este blog. ¡Y en la inauguración es donde reparten las invitaciones!

 Cuándo: Viernes 29 de noviembre, 19:30. 
Dónde: Librería Universal. Ronda Sant Antoni, 9. BCN.
Lo cuálo: ¡Presentación de Whakoom! ¡Parlamentos cortos y regalos! ¡Personas, asistir!

jueves, 21 de noviembre de 2013

El consejo de un amigo


Me es imposible no sonreír ante esta página.

Por algún motivo, en mis Mortadelos viejos proliferan los anuncios de CEAC y CCC, dos centros de aprendizaje por correspondencia de cuya existencia real sólo tengo constancia por sus anuncios omnipresentes.

Bueno, miento: bajando de Gerona a Barcelona por la autopista, en algún lugar del Vallès, pasabas por un edificio con el logo de CEAC (o el de CCC, no me acuerdo) pintado en el muro. Entiendo que era una oficina. Pero bueno, lo que vengo a decir es que no tengo noticia de nadie que tenga un diploma obtenido por correspondencia, rollo La bruja novata. Si algún día veis alguno enmarcado en la consulta del podólogo, o algo así, hacedle una foto y mandádmela, que me hará ilu. Debió de haber muchos en su día, a juzgar por la tenaz publicidad de las academias.


CEAC insistía muy fuerte en el punto "a las pibas
les mola un currículum bien duro, tronco".

De hecho, las revistas de cómics debían de ser una de sus plataformas favoritas, porque recuerdo también que el anuncio de CCC en la contra de El Jueves de los 90 era un clásico. (O el de CEAC. Que no me acuerdo, joder.) Hasta tal punto era típico que, en su número 1.000, El Jueves hizo un recopilatorio ficticio de la revista a través de la historia (el número de la edad de piedra, el del antiguo Egipto, etc.), y cada uno de estos números acababa con un falso anuncio de cursos de pintura rupestre y construcción de pirámides y tal. Era un buen gag.

Entiendo que los publicistas vieran en El Jueves un buen canal para llegar a su target: "¡Mira, ahí! Gañanes que ya beben cerveza y aún están ahí, leyendo tebeos, en vez hacer algo de provecho." Sí, lo entiendo. Pero que se anunciaran en Mortadelo o Zipi y Zape, que eran claramente revistas infantiles... Bueno, igual por aquel entonces el lector de doce años ya se sentía presionado a aprender un oficio. Ya se sabe, el lema de los mayores: "Yo a tu edad ya trabajaba".

No sólo había CEAC o CCC; era un mercado amplio.
Este y el de arriba de todo son de principios de los 70.


He buscado por ahí y CEAC y CCC aún existen y tienen web y todo; pero eso ya no me ha interesado mucho. Estamos en la era de internet; ya sé que ahora puedo estudiar a distancia. Y casarme con una rusa a distancia. Antes tenía mérito. Tú antes molabas, CEAC.

sábado, 26 de octubre de 2013

Publicidad


1982.

Más opciones para chocolatear la leche. Los 80: ¿libertad o libertinaje?

Me encanta, sin embargo, el aire adulto del anuncio. Formato testimonio, eslogan alusivo pero sin nombrar al enemigo, modelo brindando con un vaso... Este mismo chaval, 40 años después, puede anunciar Chivas con la misma pose y el anuncio saldría en alguna revista seria tipo Forbes o Cambio 16.

Esto me parece buena publicidad. Dibujitos, historietitas, colorines y tetas, MAL. Esto, BIEN.

lunes, 7 de octubre de 2013

Publicidad


Puedo bajarme de Internet las series de antes. Puedo jugar a los videojuegos de antes. Incluso hay almas generosas (y delictivas, seguramente) que escanean y suben los tebeos de antes.

Juegos de mesa: quizá eso sea lo único que Internet aún no ha rescatado. El señor Cefa eligió bien su modelo de negocio: su producto es verdaderamente único. Hay algún intento de piratearlo, pero no me convence. Los tebeos en torrent ya no me convencen, de hecho; ni siquiera me gusta el e-book; soy coleccionista de libros, me chifla el tacto del papel. Lo mismo vale por los juegos. Creo que tuve el Imperio Cobra; habrá que buscarlo en el sótano de casa de mis padres: my own private pirate bay.

jueves, 3 de octubre de 2013

Publicidad


1987. El Cococrash, rompecabezas inventado en Bélgica con el nombre de Happy Cubes. Yo jugaba a esto. Y me tenía que quitar a las chicas de encima, sobra decirlo.

sábado, 28 de septiembre de 2013

Helados que ya no existen (o sí)


 Bueno, en realidad sí que existen, pero como el verano aún dura, la sección también. (1990.)

martes, 24 de septiembre de 2013

Publicidad



Hay gente a la que le preguntan: "¿Colacao o Nesquik?", y responde solemne: "Nocilla instantánea." Luego se va a casa y no folla en los siguientes veinte mil años.

1980.

miércoles, 18 de septiembre de 2013

lunes, 26 de agosto de 2013

Publicidad


1979. (Y con faltaca de ortografía, por cierto.)

¿Qué hace Retoño? Rimas no, espero.